Para ingresar a la Universidad de San Carlos de Guatemala existe un procedimiento establecido por el Sistema de Ubicación y Nivelación. Este sistema incluye pruebas generales de conocimiento básicos en todas las unidades académicas y pruebas específicas para cada carrera. En la Facultad de Arquitectura se aplican pruebas específicas de razonamiento abstracto, razonamiento verbal, aptitud espacial y aptitud numérica.
El presente trabajo persigue establecer la
relación entre las pruebas de ingreso y el rendimiento de los estudiantes
durante el primer año de clases, identificar si existen patrones entre las
pruebas y los resultados de quienes logran graduarse en el tiempo establecido y
las diferencias que, al respecto, puedan existir entre las carreras que se
imparten en esta unidad. El estudio es transversal y hace una investigación
exploratoria con enfoque cuantitativo. Abarca ocho cohortes, desde 2011 hasta
2018, que incluyen 3,103 estudiantes. Los resultados llevan a preguntarse si el
actual proceso de selección está realizando una adecuada discriminación técnica
que contribuya con el éxito de los estudiantes que ingresan a esta Facultad.
El ingreso a la educación universitaria es un fenómeno complejo en el
que inciden múltiples factores de carácter personal, familiar y social. La baja tasa de ingreso a la Facultad de Arquitectura y la
baja tasa de rendimiento académico repercuten tanto a nivel social y personal,
como a nivel académico y administrativo.
La universidad puede ser el medio para
cambiar condiciones económico-sociales, por lo que la dificultad de rendir
efectivamente en las pruebas de ingreso puede significar un fracaso que afecte
la autoestima, derrumbe aspiraciones de muchos jóvenes y sus familias y
repercuta en la sociedad guatemalteca.
Esto perjudica, en mayor grado, a quienes tienen a la educación pública
superior como la única opción económica viable para su evolución académica y
personal.
Se han quedado fuera
estudiantes con alto desempeño en diversificado porque el rendimiento en este
nivel no se utiliza como criterio para el ingreso. Sin embargo, generalmente
los mejores resultados en diversificado son de estudiantes disciplinados, que
quizás no tuvieron la suerte de una formación más completa por la institución
educativa a la que pudieron acceder.
Pero sin duda sus características de tenacidad, organización y
disciplina podrían favorecer su desempeño futuro en la universidad.
Sobre las pruebas aplicadas se observó un bajo impacto predictivo en el
rendimiento académico al finalizar el primer año, pero también se han advertido
otras relaciones interesantes que resaltan el
alcance de estas pruebas. En primer lugar, se identifica una relación con los
rendimientos en el primer semestre en el que en ambas carreras obtienen réditos
aceptables. Para el segundo semestre se identificó que, un alto porcentaje de
los estudiantes que superan el año completo aprueba Razonamiento abstracto y
Aptitud espacial. El mismo fenómeno se dio entre quienes aprobaron los
cursos de Matemática 2 y Diseño arquitectónico 1 en arquitectura. Los datos obtenidos permiten identificar que las pruebas de AE y RA
constituyen efectivamente criterios que se relacionan con la eficiencia en el
primer año.
Se identificaron tendencias de claras mejoría en los
promedios de las pruebas de ingreso en los últimos años, pero no ha habido una
respuesta equivalente en el rendimiento académico, la tendencia de aprobación
en los cursos se mantiene, incluso se reduce. Además,
no deja de ser paradójico que estudiantes que ingresaron superando muy bien las
pruebas no obtuvieron buenos resultados académicos, pero también hubo quienes
ingresaron sin llenar los niveles esperados y pudieron graduarse. Algunos de
ellos con muy buenos promedios y dentro del tiempo establecido. Los
datos demuestran que obtener resultados satisfactorios en las pruebas
específicas no garantiza el éxito académico, pero tampoco los bajos resultados
predicen el fracaso.
Sin duda, es necesario hacer más
estudios y una detenida revisión al sistema de ingreso, pero también es
importante examinar los procesos y las variables que inciden en el desempeño
académico. La revisión debe incluir aspectos que pueden ser determinantes. Por
ejemplo, la incidencia directa del sistema educativo a nivel diversificado, la
orientación vocacional, las condiciones socioeconómicas, familiares e
individuales, la aplicación de una estructura curricular que responda a las
demandas actuales, el número de cursos por semestre, la calidad de la
enseñanza, la actualización docente y el desarrollo de la investigación, entre
otros.
Algunas estrategias para fortalecer los procesos y
rendimiento están dadas en la Propuesta de Renovación Curricular para
arquitectura 2018. Entre ellas una fase previa que persigue fortalecer las
habilidades del estudiante antes que ingrese de lleno a la carrera, la
formulación de una nueva malla curricular integral y eficiente, pero, sobre
todo, la racionalidad de la carga académica y el uso efectivo del tiempo de
aprendizaje. Asimismo, el planteamiento
de un perfil que responda a las demandas actuales y futuras del contexto, que
propicie la actualización y capacidades de los docentes y el fortalecimiento
administrativo en función de la enseñanza.
En lo que respecta a un nuevo sistema de pruebas de
ingreso, se recomienda que este sea elaborado por medio de un Modelo holístico
que incluya, por lo menos: 1) las pruebas psicométricas revisadas y adaptadas
para cada una de las carreras. 2) El análisis de rendimiento a nivel
diversificado que incluya aspectos de la formación previa. 3) Una matriz de evaluación
de materias que hayan cursado en ese nivel, que se relacionen con la carrera.
4) Pruebas complementarias que evalúen conocimientos y habilidades relacionadas
con la carrera. 5) Relacionar los perfiles de ingreso y las propuestas
curriculares que vayan a implementarse.
Byron Rabe
Puedes tener acceso al informe de investigación completo en: https://es.slideshare.net/Rabe/pruebas-de-ingreso-para-la-facultad-de-arquitectura/Rabe/pruebas-de-ingreso-para-la-facultad-de-arquitectura
Definitivamente hace falta mejorar las pruebas y tambien implementar propedéuticos que permitan que el aspirante pueda desarrollar capacidades y contenidos básicos para desempeñarse de mejor manera en sus semestres académicos. Algo que siempre llamö mi atenciön fue notar que un alto porcentaje reprobara Matematica por ejemplo. La propuesta de 2018 aborda de mejor manera la generación y desarrollo de ésta y otras competencias esenciales para el buen desempeño profesional.
ResponderEliminarQue interesante estudio Byron, cuando veo en retrospectiva el examen de ubicación/selección estoy absolutamente seguro que yo no lo hubiera ganado, venia de una institución publica y con deficiencias por lo que mi primer año, especialmente las ciencias básicas fueron muy difíciles.
ResponderEliminarYo creo que la clave es pasión, disciplina, métodos de estudio y necesidad de aprovechar las oportunidades. Tuve muchos compañeros educados en buenos colegios, que ganaron los exámenes muy bien, pero no tenían mucha motivación para ferrarse a la oportunidad que les dio la vida y simplemente querían vivir si afán, sin preocupaciones, ya que tenían quien les supliera sus necesidades. Creo que estos factores no se valoran en esas pruebas.
Muy acertadas las conclusiones al final de la presentación de ésta investigación. Considero que pueden dar la pauta para que paralelamente a las pruebas de ingreso se pueda dar una opción a quienes no las aprueban. Hay mucho talento que queda desperdiciado, y con una nivelación o pre-U se podría canalizar.
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