miércoles, 1 de mayo de 2019

En el aire. Breve reseña de la creación de TVUSAC


Recordar se vuelve como una nebulosa confusa. El efecto del tiempo nos afecta, nos aprisiona, nos emociona. Todavía repercuten imágenes difusas del momento en que asumí la Dirección General de Extensión Universitaria, fue hace más de 20 años, era julio de 1998. No lo sabía, pero me esperaban nuevos amigos, fascinantes proyectos y experiencias. Poco después de asumir el cargo en la vorágine de las nuevas actividades y expectativas localizamos una serie de documentos.  Uno de ellos me llamó la atención.  Se refería a una frecuencia de televisión a nombre de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Encontramos que existía una concesión para utilizar una frecuencia de TV que databa de 1990 y también otro documento con el título de usufructo de 1996. Pregunté y se me indicó que era para formar el canal de televisión universitario pero que hasta el momento no se le había dado seguimiento y que se corría el riesgo de perder la concesión. 
La frecuencia en el canal 33 UHF se obtuvo gracias a la gestión del Rector Juan Alfonso Fuentes Soria.  Obtener la licencia para una frecuencia en radio o televisión, no era fácil y Fuentes Soria, había conseguido ambas.  La radio Universidad ya estaba funcionando desde hacía varios años, pero el canal de TV no se había concretado. El tema se quedó rondando en nuestra cabeza y decidimos incluirla como una de las metas relevantes de la extensión universitaria. 
Recuerdo que comenzamos a hacer averiguaciones, consultas y perfiles. Era difícil plantear algo sobre un tema que desconocíamos totalmente. Pero, como he dicho en varias oportunidades, literalmente: no sabía a lo qué me metía.  Sin embargo, esto ha pasado varias veces y me he dado cuenta de que la ignorancia sumada al entusiasmo puede promover la creatividad y el emprendimiento, pero siempre se requerirá de los fundamentos para darle sustento. 
En un inicio, con el apoyo del Lic. Carlos Flores investigamos, estudiamos y algo aprendimos, hasta llegar a plantear varias ideas. A eso sumamos distintas gestiones ante organismos de cooperación y embajadas para obtener fuentes de financiamiento que nos permitieran salir al aire.
En fin, creamos varios perfiles. No obstante, las propuestas carecían del sustento técnico necesario.  Recuerdo que no sabía si utilizar el sistema Beta o el VHS, todavía no lo se, pero afortunadamente hoy todo es digital; no tenía idea del tipo de equipo a utilizar para producir, editar y grabar; sobre transmisores y otros temas, técnicamente estaba en la luna.
Evidentemente necesitábamos el criterio de especialistas. Alguien me habló de un señor llamado Julio Roberto Dávila que había trabajado en televisión desde el inicio del primer canal en Guatemala. No fue difícil contactarlo y pronto nos hicimos cómplices de un sueño y grandes amigos. 

Sin embargo, lo primero que evidenciamos fue que pocos creían en un proyecto que había sido abandonado por casi una década. Constantemente nos sugerían no meternos en un proyecto sin futuro del que nada conocíamos.  Sabíamos que carecíamos de conocimiento técnicos, y si bien teníamos voluntad y optimismo, algo nos decía que esto no era suficiente para impulsar una empresa de esta naturaleza.
Era un proyecto que estaba en el aire, literalmente volando como barrilete de un lado a otro. Según algunos estaba fuera de la realidad, por lo menos de la nuestra. Pero la realidad hay que transformarla. Teníamos un sueño y sabíamos que hay muchos sueños acompañando jardines y lápidas, cuyos soñadores nunca se atrevieron a iniciar. No se si fue necedad, perseverancia o insomnio, pero nosotros vivimos en realidades alternas, crédulos de que los sueños son posibles.
La estrategia inicial fue preparar recurso humano y obtener asesoría. Para ello impulsamos varios diplomados, primero fue sobre Diseño escenográfico para teatro, cine y televisión, luego para elaboración de Guiones, Producción en cine y TV y el de Actuación ante cámaras.  Los primeros diplomados de Producción en Televisión se realizaron durante el 2000 y el 2001. Obligadamente me inscribí para aprender sobre el tema. Fue una decisión oportuna que me daría mejores criterios para el trabajo que venía.  

En estos diplomados fue relevante la participación de los maestros cubanos Reynaldo León, Julio Machado y Lázaro Valdespino, al igual que de los guatemaltecos, Julio Dávila, Carlos Flores, Elpidio Guillén, Karla Alvares, Mario Recinos y Ángel González.  Recuerdo especialmente el apoyo de Roberto De León quien nos proporcionó equipo de su propiedad para que los alumnos pudieran hacer sus prácticas televisivas. Él salvó la parte operativa del diplomado. Y es que cuando hay buena fe, entusiasmo e interés legítimo todo se resuelve. 

En fin, la estrategia resultó.  Pudimos trasferir conocimiento, pero también entusiasmo y confianza.  No recuerdo cómo, pero convencí a varios para que nos apoyaran sin cobrar, como voluntarios.  Y es que no podía ofrecer lo que no estaba en mis manos. No sabía si iba a concretarse el proyecto, no tenía posibilidades de otorgar ningún honorario y no podía comprometerme a hacerlo en el futuro. El premio era participar en un proyecto de trascendencia para la universidad.
Fueron precisamente docentes y alumnos egresados de los diplomados los que nos acompañaron durante mas de seis meses, sin honorarios, pero con una gran esperanza de implementar un canal de televisión universitario.  Como un reconocimiento a esa entrega y solidaridad deseo mencionar sus nombres: Julio Dávila Castillo, Romeo Mazariegos, Belisario Reynoso, Kelvin Chicas, Lourdes Gallardo, Violeta Blanco y José Luis Cruz.  Y que decir del imprescindible apoyo de Julio Dávila Herrera (Don Julito) y del fuerte apoyo técnico de Alfredo Fuentes. Otro apoyo invaluable fue el proporcionado por Ma. Del Rosario Fernández, Margarita Romero y Ada Chiché. Gracias a todos, no olvido sus invaluables aportes.
El proceso fue abriéndose paso en un camino accidentado hasta que por fin las estrellas se alinearon… bueno, un poco. Una de las gestiones realizadas dio frutos, gracias a un convenio con el Fondo de Desarrollo Indígena, pudimos obtener el capital inicial para comprar el equipo mínimo para funcionamiento. Como contraparte se obtuvo una asignación de la administración central para completar el equipo necesario para salir al aire.
Se instaló un pequeño equipo de transmisión, se compraron tres islas de edición, se hicieron las pruebas necesarias y por fin, el 4 de abril de 2002, hicimos la inauguración oficial con una transmisión en directo desde la Plaza de rectoría por medio de una débil pero testaruda frecuencia en UHF.   

Sólo los que vivimos este escabroso proceso, los que ignoramos los comentarios adversos, los que nos hicimos la idea de que las carencias están en la mente y  los que realizamos las incontables actividades y trámites, podemos dimensionar el júbilo que nos dio poder transmitir esa pequeña señal.  Una señal que para nosotros fue grandiosa. A partir de ese momento, gracias a la intervención del Rector de la USAC, Ing. Efraín Medina y de la aprobación del Consejo Superior Universitario, contamos con un presupuesto para funcionamiento.  



Con este recurso, pudimos contratar a seis de los voluntarios que nos habían apoyado durante el proceso de creación.  Con el presupuesto asignado pudimos obtener el equipo complementario básico.  Iniciamos la transmisión en horario de 10 a 14 horas. Tal vez hoy no lo crean, pero todos los días un delegado se iba con dos videocasetes al cerro Alux a conectarse al transmisor durante cuatro horas.  Así pasamos varios meses hasta que logramos obtener la frecuencia de enlace y un microondas para transmitir hasta el cerro Alux.
Durante agosto de 2002 salimos del aire debido a que, con el cambio de administración, toda la Dirección de Extensión Universitaria, incluido el canal, debía trasladarse al Centro Cultural Universitario, lo que implicaba una reubicación y reconexión de todos los sistemas.  Este período nos permitió hacer un replanteamiento y ampliar la transmisión a ocho horas a partir de septiembre.
Ese mes se inauguró la caseta de transmisión para la radio y televisión en cerro Alux.  Para entonces teníamos una incipiente producción propia que necesitaba de mucho trabajo para obtener las calidades que esperábamos.  Para finales de año estábamos en señal de cable en Intercentro y en Cable red, y posteriormente en Comtech.  
Con apoyos externos gracias a la gestión de don Julio Dávila, Canal 31 nos proporcionó el transmisor de microonda para cubrir varias actividades en directo, entre ellas la Huelga de Dolores, el Festival de Centro Histórico y la amplia cobertura que hicimos de las elecciones presidenciales.
Logramos consolidar varios convenios de cooperación y conectarnos vía satélite con la Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana y el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa, gracias a lo cual pudimos ampliar significativamente nuestra programación y nuestro horario de transmisión a 16 horas.
Establecimos una serie de mecanismos de cooperación para ampliar nuestra capacidad técnica y de programación, con diversas representaciones de países como Cuba, Japón, China, Estados Unidos, Argentina, Francia, Uruguay, México, Alemania, Perú y Brasil.
A finales de 2003 recibimos el vehículo que se convertiría en la Unidad Móvil, la cual equipamos durante 2004.  En ese momento ya contábamos con el equipo para hacer grabaciones en cualquier lugar en donde la unidad tuviera acceso, posteriormente se obtuvo la antena de microondas para hacer las transmisiones en vivo.
En octubre de 2003 realizamos el Primer encuentro iberoamericano de cine y televisión con el tema El cine y la televisión al servicio de la cultura y en noviembre de 2005 se realizó en Segundo encuentro, con el tema Los nuevos paradigmas en la Educación.  Ambos eventos los realizamos en Antigua Guatemala y asistieron representantes del mundo audiovisual de toda Latinoamérica y España, lo que nos permitió conocer más sobre la temática y establecer relaciones con representantes de diversos países, así como obtener más películas y programas para enriquecer nuestra programación.

En octubre de 2004, hicimos el lanzamiento del Sistema de Radio y Televisión Universitaria, de tal manera que ambas entidades trabajaban varios proyectos en conjunto y brindaban a la comunidad universitaria y nacional una mejor proyección de nuestra casa de estudios. A partir de esa fecha no sólo iniciamos un proceso de reestructura y equipamiento técnico en ambos medios, sino que iniciamos transmisión de televisión las 24 horas, gracias a la Conexión Antillana, producto de la colaboración entre Cuba y TVUSAC.  También comenzó a funcionar el Sistema de Comunicación universitaria, como preámbulo a nuestra propuesta de crear la Dirección General de Comunicación Universitaria.
El canal contaba con poco personal, la mayoría realizaban diversidad de actividades, desde los guiones, la cámara, el sonido, la edición, la escenografía, hasta la producción, dirección y transmisión. Periódicamente evaluábamos y realimentábamos los programas y producciones.  También hacíamos contratos para producciones específicas que eran pagados contra evaluación y entrega.
Creamos el Estudio de Televisión, aprovechando las instalaciones de la sala del Paraninfo sin afectar las actividades académicas y culturales.  Acondicionamos esta sala con cortinas, iluminación y audio para las diversas actividades.  Se construyó un escenario de madera pulida para que pudiera utilizarlo incluso el grupo de danza, pero además se adaptaron instalaciones para iluminación, sonido y cámaras, que permitían la transmisión de las actividades de extensión en vivo. 
Después de cuatro años de funcionamiento del Canal TVUSAC, nos correspondía dejar el espacio a nuevas autoridades.  En junio de 2006 entregué el cargo de Director de Extensión Universitaria y con el, la coordinación de TVUSAC. Dejamos la infraestructura básica necesaria para que operara efectivamente, la tecnología para la producción y transmisión, pero sobre todo quedó personal capacitado para producir y mantener la señal en el aire, también dejamos vigentes convenios para asegurar la alimentación de la programación.  El canal iba en franco crecimiento y si bien necesitaba recursos, requería para su desarrollo futuro, de una visión que pudiera dimensionarlo en su justa magnitud para impulsarlo efectivamente. 
 Pero como en muchos casos, lo que vino después fue un cambio de visión que dimensionó de manera diferente al nuevo medio de comunicación de la Universidad de San Carlos.  Traigo a colación cuando a Helen Keller le preguntaron que sería peor que ser ciego y ella respondió: “Sería mucho peor nacer con vista pero sin visión”.
Bueno, hoy podemos observar que las instalaciones especiales fueron desmontadas y que varios de los trabajadores originales ya no están. En fin, TVUSAC comenzó otra etapa a la cual ya no pude dar seguimiento y de la cual desconozco interioridades y resultados.
En todos estos años ha habido cambios importantes que pueden brindarnos un contexto diferente. Pero quiero repetir lo que dije hace 17 años durante la fundación de TVUSAC: el canal de televisión universitaria es un medio que, si se aprovecha adecuadamente y se apoya lo suficiente, puede servir de plataforma para el cambio educativo en nuestro país, para fortalecer nuestra universidad y para contribuir con la conservación y difusión de nuestros valores culturales.
Hoy veo con beneplácito el resurgimiento de TVUSAC, con nuevas ideas, con nuevo entusiasmo y con nuevas opciones tecnológicas.  El canal se encuentra coordinado por el Lic. Javier Corleto un egresado de los diplomados de Producción de cine y televisión, vinculado con el arte y la cultura desde hace muchos años y poseedor de un entusiasmo permanente. Confío en que impulse positivamente este medio de comunicación universitaria que pronto cumplirá la mayoría de edad.
  Luego de mas de veinte años de haber iniciado este sueño, de haberme inmiscuido en una tarea entonces desconocida, de haber trabajado con personas entusiastas, de haber compartido con universitarios auténticos, de sentir que la energía brotaba en cada cabeza y corazón, pero también después de años de desconexión, de estar fuera del aire, humildemente les comparto que me he sentido sumamente honrado y agradecido de que me recuerden en este 17 aniversario. 


Quiero concluir con unas palabras de Jorge Luis Borges: “Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o desprecios. Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el sendero del mañana no existe. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.”
A quienes nos recordaron este especial día, en este momento en que vivimos plenamente, mi cariño e infinito agradecimiento por este homenaje. 
Muchas gracias.
Byron Rabe
Guatemala 30 de abril de 2018
 

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