viernes, 5 de agosto de 2016

A poco más de un año de asumir el Decanato de Arquitectura



Dirigir la facultad en un período de transición, que sucede a una etapa con criterios y sistemas de actuación definidos desde el inicio del siglo y arraigados en el imaginario social de la colectividad facultativa, ha sido un reto lleno de sorpresas, escollos y resistencias sistemáticas, pero también de aprendizajes y logros.  Pero este corto año nos permitió identificar la situación de nuestra facultad por medio de un proceso de diagnóstico y análisis que oriente el crecimiento dentro de una nueva visión que demanda el nuevo milenio. 
Los niveles de acomodo existentes, las costumbres enraizadas, los procesos propios de la burocracia universitaria, han hecho que este corto período haya tenido como principal atención la búsqueda de la reconciliación y la apertura para participar y opinar.  Escuchamos críticas, aceptamos propuestas, tenemos apertura con todos los niveles y sectores, organizamos diálogos académicos, diálogos con los profesores, diálogos con los estudiantes, sólo aquel que no quiere dialogar, no lo ha hecho.  La comunicación es prioridad y estamos tratando de fortalecerla permanentemente en función de las mismas observaciones y sugerencias que se nos hacen. 
Esta apertura al diálogo ha generado una serie de opiniones que han servido para entender muchas causas que minaron la vinculación en actividades facultativas. Entendemos que el pasado marca nuestro presente y nuestro futuro, por eso también, con madurez tratamos de entender la resistencia, la desconfianza y la incredulidad, que han afectado la participación efectiva y que han hecho de este año un vaciado de expresiones y manifestaciones acumuladas, que si bien, no han permitido avanzar con la celeridad que hubiéramos deseado, nos han permitido conocer de mejor manera el pensamiento y sentimiento del colectivo de la comunidad de arquitectura.  Hemos invertido tiempo para conocer las críticas e inquietudes.  Mismas que en muchos casos compartimos, que no generamos y que no defendemos, pero que queremos corregir.
Esperamos que el futuro y la apertura que la actual administración ha ofrecido para plantear nuevas oportunidades y abrir la participación de todos los sectores, sea aprovechada de manera madura para poder diseñar una nueva facultad.  Sabemos que siempre existirán desacuerdos y que estos son sanos y necesarios, sobre todo si llevan a la participación positiva y propositiva que pueden permitirnos crecer. 
Dentro del marco general universitario, hemos aportado directamente al proceso nacional desde la Plataforma para la Reforma del Estado y en temas relacionados con el diseño, la arquitectura, el urbanismo y el ordenamiento territorial, hemos propuesto lineamientos para una política de transparencia en nuestra universidad, también estamos participando con una marcada y activa gestión en el proceso de reforma universitaria que, al igual que nuestra búsqueda de una reestructura curricular interna, persigue alcanzar un alto nivel académico, que fortalezca la omnipresencia de la ética y que enfoque la acción política en la búsqueda del conocimiento y el bienestar social, a partir de una visión definida.
En la toma de posesión mencioné una frase que Helen Keller dijo cuando le preguntaron qué sería peor que ser ciego? Y ella respondió: “Sería mucho peor nacer con vista pero sin visión.” Después de eso agregué, nosotros tenemos una visión:
“…vemos una facultad de arquitectura y diseño actualizada, dinámica y eficiente, preparada para formar profesionales creativos capaces de desempeñarse efectivamente a nivel empresarial  y social;  capaces de responder con criterio humano, científico y técnico a las necesidades y escenarios del nuevo milenio.”
 Y mantenemos esa visión, pero, para alcanzarla seguimos requiriendo hacer ajustes, necesitamos evolucionar académicamente y redefinir la proyección de nuestras escuelas dentro de un marco más amplio, actualizado y acorde con las expectativas del nuevo milenio.  Lo único que necesitamos es la discusión y apoyo para construir un proyecto académico para mejorar nuestra facultad.  El éxito que podamos obtener será el éxito de todos.
Y es que un futuro diferente sólo es posible, si privilegiamos el desarrollo de la academia sobre los intereses políticos. Por eso hemos abierto la participación a todos los sectores y grupos, por eso estamos tratando de estimular la investigación, la reflexión teórica y la vinculación efectiva con la sociedad. Por eso seguimos insistiendo en desarrollar la creatividad y potenciar el talento; fortalecer las capacidades de los docentes y hacer uso efectivo de la tecnología para el aprendizaje y la enseñanza y así contribuir con el estudiante para su inserción efectiva en el mercado laboral y en la realidad económica social que le corresponderá enfrentar. Por eso estamos trabajando para hacer una gestión dinámica, equitativa, eficaz y eficiente. Y desarrollar una cultura organizacional incluyente, abierta y tolerante; que deje atrás la tendencia a la confrontación sin sentido; que propicie los cambios de actitud mediante el ejemplo; que respalde el desarrollo académico con acciones y sólidos valores. Este primer informe persigue dejar evidencia y compartir los esfuerzos que se han realizado al respecto.
Nada será posible sin el trabajo conjunto y la buena voluntad de formar equipos que mejoren las condiciones de nuestra academia. Sólo con el apoyo de la comunidad estudiantil, docente y administrativa, trabajando coordinadamente, podremos fortalecer nuestra facultad, nuestra universidad y nuestro país.
Seguimos invitando a toda la comunidad de arquitectura a que abramos mentes y corazones para integrarnos a un proyecto participativo, incluyente y propositivo.  Un proyecto congruente con nuestra esencia, porque nosotros llevamos en nuestro ser, la maravillosa vocación del diseño, esa capacidad creativa que marca el vínculo entre la ciencia, la tecnología y el humanismo.  Aprovechémoslo nuestra capacidad creadora para edificar un mundo en el que podamos realizarnos como personas, como profesionales y como miembros de una sociedad cambiante que nos necesita permanentemente.
Alguien dijo que el éxito ocurre cuando tus sueños son más grandes que tus excusas. Dejemos las excusas, dejemos nuestra zona de comodidad. Tenemos mas coincidencias que diferencias, podemos hacer realidad el sueño de una mejor facultad, todos deseamos lo mejor para lograrlo.  Como dijo  Mahatma Gandhi: La diferencia entre lo que hacemos y lo que podríamos hacer sería suficiente para resolver la mayor parte de los problemas del mundo.  ¿Por qué no intentar lo que podríamos hacer?  ¿Por qué no dejamos las diferencias y actuamos para crear una mejor facultad de arquitectura? 

Nuestra facultad sólo cuenta con nosotros, nadie más va a venir a hacer lo que nos corresponde, tenemos una oportunidad histórica para ser mejores, aprovechémosla, nuestra facultad cuenta con nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario