REFLEXIÓN:
A pesar de los inconvenientes dados en el manejo del proceso de la asamblea, de los errores cometidos y de la inexperiencia de quien condujo el evento. Hay que resaltar que tuvo el valor de enfrentar una situación difícil desde el principio hasta el final, aún cuando a Él en ese momento, sólo le hubiera concernido asistir a quien presidiera. Nuestro reconocimiento por la gallardía de asumir un liderazgo que no le correspondía en el manejo de esta complicada situación.
A los pocos que no estuvieron de acuerdo con las decisiones tomadas, les pedimos que reflexionen y se den cuenta de la conveniencia, para cada uno de los agremiados y para el Colegio en general, de que se haga una auditoría externa. A la larga esto debería darnos tranquilidad a todos, en especial a quienes dirigen la institución.
Por consiguiente no sería razonable ni justificable, tomar acciones en contra de la decisión de la Asamblea General con el objeto de bloquear la auditoría. Esto terminaría de afirmar que puede haber algo que se quiera esconder y daría mucho que pensar a los agremiados de todos los sectores del Colegio, incluso a quienes todavía pudieran apoyar a los cuatro miembros que aún permanecen en la Junta Directiva.
Lo más importante es que no se den enfrentamientos, que se respete el clamor por la transparencia en el Colegio y por supuesto, que se respeten los resultados de la Asamblea. Es necesario que todos actuemos de manera madura y objetiva para beneficio de nuestro Colegio de Arquitectos.
Por último agradecemos la participación de quienes han apoyado, directa o indirectamente este proceso, apoyo que fue determinante en los resultados obtenidos. No obstante debemos estar atentos porque falta un largo trecho por recorrer.
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