CARTA PÚBLICA AL GREMIO DE ARQUITECTOS Y SOLICITUD A JUNTA DIRECTIVA DEL COLEGIO

Si las acciones y decisiones de Junta Directiva están en Ley

¿Cuál es el problema de hacer una Asamblea?

 ¿Por qué las falacias ad hominem y las respuestas agresiva e irreflexivas?

Como Director de La Junta de Administración del Timbre 1998-2000, Presidente de la Junta Directiva Colegio de Arquitectos 2000-2002, Presidente del Consejo del Timbre de Arquitectura 2002-2003 y Presidente del Tribunal de Honor 2010-2011, conozco detalladamente el funcionamiento Administrativo y Financiero del Colegio y del Timbre de Arquitectura. Tengo la suficiente solvencia, moral, ética y profesional y además, el derecho constitucional y el deber moral y legal de expresar mi opinión objetiva y fundamentada ante situaciones como la que actualmente vive el Colegio.

Hasta el momento lo único que he solicitado, en nombre de mis colegas agremiados, es la aclaración de decisiones que ha tomado la actual Junta Directiva (JD) del Colegio de Arquitectos, ya que a mi criterio, ha faltado claridad, explicación legal y la socialización adecuadas.

Me sorprende mucho la reacción de algunos de los miembros de Junta Directiva ya que han empezado una campaña de “aclaración” (que más parece de desprestigio),  que incluye temas no relacionados y argumentos ad hominem, en la que se acusa al Arq. Álvaro González y a mi persona de actuar “de manera tendenciosa y mala fe”,  de “tergiversar y difundir una decisión” y “de intereses mezquinos y personales”.  A ello se agregan las amenazas de sanciones que van en contra de la libertad de expresión.  No se dan cuenta del daño que este tipo de actitudes hacen al gremio. Que estos infundios son parte de una cultura de represión y de miedo y que las presiones, difamaciones y amenazas lo que hacen es limitar la participación y el interés de los agremiados. Pero que sobre todo, degradan los fines para los que fue creada nuestra institución gremial. 

La conducción del colegio requiere de un mínimo de conocimientos administrativos, legales, financieros y protocolarios que deben seguirse y respetarse.  La JD representa al gremio de arquitectos, y debe comportarse de manera cuidadosa, profesional y responsable.  Debe evitar conducirse como un grupo antojadizo e irreflexivo, que asuma que el Colegio es un feudo, o un botín político al que pueden llegar y despedir personal y colocar a sus allegados, sin razón ni causa justificada o que puede hacer con los recursos lo que les venga en gana.  No señores las juntas directivas son electas para representar al gremio de manera honorable y transparente, por lo que deben dar cuenta de sus actos y someterse al escrutinio público que le demanden quienes los llevaron a ocupar el cargo y a quienes representan.

Los agremiados deben recordar que, tanto el Presidente del Timbre como el director delegado, (que es también el actual tesorero de Junta Directiva), son nombrados según la discreción de  la Junta Directiva del Colegio.  (Quizás por ello la similitud de las notas “aclaratorias” que se enviaron, obviamente hechas por la misma persona).  En tanto que el Arq. González, fue electo por la Asamblea y se constituye en el único representante en el Timbre, escogido por el gremio. Es por ello que no somete sus decisiones a las instrucciones de la JD sino a la conveniencia de los agremiados. Por consiguiente con todo el derecho y legitimidad que le concede la asamblea que lo eligió, ha actuado de manera correcta al denunciar una decisión que a su criterio no tiene fundamento.  ¿Por qué amenazarlo por hacer lo que considera correcto? Perdón pero no encuentro la lógica del enojo por difundir una decisión que se supone legal.  ¿O es que hay algo que esconder?

Sin embargo contraviniendo lo que manifiestan en las “aclaraciones”  veo con preocupación y extrañeza la actitud de Junta Directiva al no tratar este tema a la altura que corresponde. Se les convocó a una reunión  para escucharlos ante  el Claustro de Catedráticos de la Facultad de Arquitectura de la USAC el lunes 6 de febrero a las 13 horas.  Pero no se presentaron, ni siquiera se excusaron.  ¿Por qué no aprovecharon el espacio para aclarar la situación? Esto sólo genera mayores suspicacias porque sus palabra no coinciden con sus actos. Argumentan que se tergiversan sus acciones pero no aprovechan los escenarios para aclararlas, tal el caso de la citada asamblea del claustro y de la resistencia a aprovechar la realización de una Asamblea General que les permita dilucidar todas nuestras dudas. 

De acuerdo con lo anterior, respetuosamente solicito a la Junta Directiva:

1. En nombre del gremio de arquitectos una Asamblea General Extraordinaria para aclarar los puntos que los colegiados demandan. 
2. Que se entienda que en ningún momento acusamos a ninguna persona de nada, simplemente deben aclarase las dudas que existen entre los agremiados.
3. Que los miembros de JD actúen de manera conciliatoria y hagan frente de manera pública, respetuosa y responsable a los requerimientos que hacen los agremiados.
4. Que se actúe con total transparencia poniendo a disposición los dictámenes legales sobre el timbre, el expediente de renuncia del Secretario de JD, la contabilidad y ejecución presupuestaria, los convenios y contratos con los bancos que se encargarán del manejo del timbre y los demás documentos que se les requiera, que según la Ley deben ser de conocimiento público.
5. A los miembros de JD que no participaron en las sesiones o no estuvieron de acuerdo con las decisiones tomadas, que no acepten presiones y se abstengan de firmar actas y documentos que evidencien su responsabilidad y les genere repercusiones posteriores.
6. Que se asesoren adecuadamente para no cometer actos que puedan infringir las leyes y reglamentos que afectan su gestión como directivos del Colegio de Arquitectos.
7. Una disculpa pública por los señalamientos infundados, irrespetuosos e incongruentes con las calidades institucionales que la Junta Directiva representa.

Por último reitero mi total convencimiento de que un enfrentamiento no nos llevará a ningún lado, pero una aclaración en Asamblea, basada en ley y con documentos a la vista, podría darnos la certeza jurídica y la tranquilidad que todos necesitamos.

Por un Colegio digno y transparente.

Byron Rabe