Algunos criterios para la
formulación de la
POLITICA DE TRANSPARENCIA PARA LA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE
GUATEMALA
(Propuesta presentada ante el Consejo Superior Universitario.
Al final del texto está el vínculo para acceder a la Política aprobada)
(Propuesta presentada ante el Consejo Superior Universitario.
Al final del texto está el vínculo para acceder a la Política aprobada)
Byron Rabe
INTRODUCCIÓN
Las nuevas
relaciones entre la sociedad, así como los cambiantes modelos de comunicación
han roto con los paradigmas establecidos en el siglo XX lo que ha generado una serie de
subculturas y adaptaciones del imaginario, no solo a nivel social, sino también
universitario. Las redes sociales han permitido nuevas posibilidades de hacer
público lo que antes no se podía conocer.
Esto ha evidenciado lamentables condiciones morales y éticas, y
deplorables sucesos de corrupción, manipuleo y falta de transparencia a nivel
general, lo que ha marcado a la sociedad guatemalteca y colocado en la agenda
social, la demanda de un cambio de cultura en el manejo de los recursos
públicos. Lo coyuntura actual presenta
una nueva oportunidad de generar acciones para hacer gestiones mas
transparentes y luchar contra la impunidad que marca a distintos sectores del
Estado guatemalteco.
El tema de la
corrupción está en discusión como uno de los flagelos sociales que nuestra
nación necesita resolver. Transparency International define la
corrupción como “el abuso del poder encomendado para beneficio personal”. En términos más amplios la concebimos como el
uso inadecuado de los recursos para fines distintos para los que fueron
asignados y que buscan beneficiar a pequeños sectores y ponen en riesgo el
desarrollo de programas y proyectos de beneficio social.
El presidente de Transparency
International, José Ugaz, ha señalado que “El Índice de Percepción de la
Corrupción 2014 pone de manifiesto que, cuando líderes y altos funcionarios
abusan de su poder para usar fondos públicos en beneficio propio, el
crecimiento económico se ve minado y los esfuerzos por frenar la corrupción
quedan frustrados”.[1] Es
indiscutible el daño económico que estas prácticas provocan a la ciudadanía y el
impacto que tiene en los valores sociales y culturales de una nación.
La mayoría de
universitarios somos capaces de identificar un futuro de necesidades y
posibilidades inciertas; sabemos que necesitamos desarrollar nuevas capacidades
y herramientas para enfrentarnos a las incertidumbres y para utilizar
sabiamente los diferentes y limitados tipos de recursos.
Necesitamos
abandonar los viejos discursos políticos que persiguen la notoriedad pero que
no accionan para cambiar el status quo. Estamos en el momento de reflexionar con
madurez y apertura, de evaluar lo que somos, lo que tenemos, lo que queremos
ser y lo que estamos dispuestos a hacer.
Es el momento de tomar acciones que fortalezcan el prestigio
universitario. Pero sobre todo estamos conscientes de que necesitamos acompañar
las reflexiones y propuestas con acciones concretas, ante las cada vez más
intensas crisis que se avecinan.
Si queremos
fortalecer nuestros valores individuales, culturales y sociales y robustecer la
capacidad de conducir nuestras propias vidas, nuestro destino y nuestro país,
debemos reconocer y crear opciones congruentes con nuestro contexto, que a la
vez nos permitan contribuir con el desarrollo sostenible de un mundo cada vez
más complejo y demandante del uso racional de los recursos. Para ello se
requiere superar los modelos políticos y administrativos orientados a obtener
posiciones y ventajas sectarias, particulares o personales que se apartan del
bien común. Se precisa también modificar los procedimientos administrativos
caducos y contrarios al logro efectivo de resultados.
El
presente documento hace algunas consideraciones sobre este tema y la relevancia
que tiene para la universidad y persigue generara algunos criterios generales
que favorezcan el diseño de una Política de Transparencia para la USAC.
ANTECEDENTES
El 16 de abril de
2015 la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala –CICIG-, hizo
pública la existencia de una estructura ilegal para el contrabando y la evasión
tributaria. Esto originó un serio malestar en la población guatemalteca y el
surgimiento de diversos movimientos que llevaron a la renuncia y persecución de
funcionarios de alto nivel del actual gobierno.
Como respuesta a
esa problemática la USAC ha encabezado un movimiento cuyos planteamientos
básicos se enfocan en “la lucha contra la corrupción, la impunidad, la
fiscalización de la gestión pública y el fomento de una cultura de
trasparencia”. No obstante, desde un
principio estableció que la solución integral requiere de una reforma del
Estado. Por lo que convocó a distintos
sectores de la sociedad para formular estrategias coordinadas y participativas
que permitieran crear una hoja de ruta a seguir; la primera reunión se realizó
el 22 de mayo de 2015.
El llamado se
consolidó el 13 de junio de 2015 cuando fue instalada la Plataforma para la
Reforma del Estado, un evento que tuvo una gran convocatoria al que asistieron
representantes de múltiples sectores. Uno de los asistentes a esta convocatoria,
el delegado de la CICIG, Iván Velásquez, tras la identificación de varios casos
de corrupción que ha hecho la institución a su cargo, señaló: “esta es la mejor
oportunidad para que el país enfrente con toda decisión la lucha contra la
corrupción”. El Comisionado también hizo
un llamado para que “todos estos conocimientos públicos que se tienen de
acciones irregulares” sean denunciados, por pequeños que sean. [2]
Paralelamente la
USAC se encuentra implementando un proceso de Reforma Universitaria. Este
proceso no ha fluido con la efectividad que algunos sectores universitarios
desean, pero se encuentra en el momento de poner en marcha la metodología
aprobada, el 25 de febrero de 2015, por el Consejo Superior Universitario, el 8
de julio el CSU dio luz verde al proceso para que inicie con la ejecución del
programa de trabajo. Dentro de sus
fundamentos la Reforma Universitaria contempla tres planos: el plano académico,
el plano político administrativo y el plano ético y moral. Con ello persigue fundamentar los actos
académicos y político-administrativos, sobre cimientos éticos y morales que
deben propiciar la transparencia y la lucha contra la impunidad.
Por consiguiente,
la universidad tiene una doble responsabilidad, se encuentra en medio de un incipiente
proceso de Reforma Universitaria y, a la vez, encabeza una Plataforma para la
Reforma del Estado que persigue la recuperación de valores cívicos y
democráticos. Es por tanto una responsabilidad institucional, pero también una obligación
moral de nuestra casa de estudio, tomar acciones inmediatas y efectivas para
aclarar, enfrentar y/o prevenir cualquier situación anómala que pueda darse al
interior de sus distintas dependencias.
JUSTIFICACIÓN
Generalmente los
cambios han provenido de los grupos y sectores que vieron la necesidad de
reemplazar lo existente, pero que también se atrevieron a impulsar nuevos
modelos, aun en contra de intereses de grupos de poder. En Guatemala la USAC, ha jugado importantes
roles y acciones en los cambios que buscan el desarrollo social. Por su parte la
población urbana de las clases medias y otros sectores sociales, están
asumiendo una importante presencia para denunciar los grandes problemas de
falta de transparencia en distintos sectores del Estado. Estamos en medio de
una coyuntura que obedece a una necesidad estructural. Un momento para el cambio y, los grandes
cambios en la historia, han sido generados por las crisis. En este momento
histórico, la Universidad ha asumido un liderazgo importante para la discusión
y elaboración de propuestas, que deben traducirse a acciones concretas
Dentro de este panorama
la USAC se encuentra con la demanda urgente de reconvertirse para enfrentarse a
nuevos escenarios y revalidar su función ante la sociedad. Nuestra universidad
requiere adaptarse a las necesidades de un país con un débil proceso de
desarrollo democrático envuelto en problemas de corrupción, falta de
transparencia y altos índices de impunidad.
Se encuentra a la vista de toda la comunidad y con la responsabilidad de
consolidarse como un bastión importante de la reserva moral de nuestra nación.
La universidad
tiene una nueva oportunidad de responder a lo que nuestra sociedad necesita y
espera. Es el momento de apoyar a generar los cambios históricos y orientar las
acciones necesarias en el marco de un convulso siglo que recién inicia y que
demanda de nuevos paradigmas y comportamientos.
Pero el cambio debemos impulsarlo desde el interior de nuestra
institución como un ejemplo indiscutible de lo que debe ser la nueva
institucionalidad.
Para incrementar
su rendimiento y fortalecer su participación en la solución de la problemática
nacional, la USAC necesita mejorar su capacidad de adaptación y de respuesta. Si
realmente se desea proyectar nuestra universidad de una manera transparente y
eficiente, se deben propiciar cambios de fondo que no obedezcan a prioridades
de índole político o intereses individuales.
La coyuntura es determinante y la universidad tiene una oportunidad
insoslayable de enfrentar el flagelo de la corrupción de una manera ejemplar.
PRINCIPIOS PARA UNA POLÍTICA DE TRANSPARENCIA
Los principios no sólo se enfocan en
la transparencia, también deben considerarse la necesidad de propiciar la flexibilidad
efectiva capaz de adaptarse a los escenarios que están en permanente cambio. Por
ello la política debe ser estratégica, integral y dinámica. Se busca alcanzar
la racionalidad política en la equidad, la racionalidad administrativa en la
eficiencia y la racionalidad técnica en la eficacia. Nuestros criterios de
partida son determinantes en el quehacer administrativo académico e incluyen:
La racionalidad del gasto y la inversión.
Reestructura estratégica del sistema administrativo, de
gestión y de financiamiento.
Planeación, seguimiento y evaluación del uso efectivo de los
recursos.
La formulación de indicadores de transparencia, eficacia y
eficiencia.
La diferenciación
clara entre los actos de corrupción y los errores administrativos.
Para hacer esto posible se requiere
de una nueva cultura organizacional que rescate los valores de la transparencia
y la honestidad pero que a la vez sea solidaria, abierta y humana y congruente
con las necesidades y situaciones que prevalecen en el contexto nacional e
internacional.
OBJETIVOS
En el marco del cumplimiento de la
Misión y Visión de la USAC, se plantea el siguiente objetivo general:
Fomentar en la
comunidad universitaria, la cultura de transparencia y lucha contra la corrupción
y la impunidad, por medio de estrategias coherentes aplicables en todos los
niveles e instancias de la administración universitaria.
Objetivos específicos
·
Definir lineamientos
que orienten la integridad y el comportamiento ético del universitario en el
manejo de los recursos.
·
Propiciar y dar
seguimiento a la racionalidad del gasto y la inversión.
·
Optimizar los
procedimientos y servicios administrativos que verifiquen el uso correcto de
los recursos.
·
Diseñar estrategias y
procedimientos para eliminar la corrupción y la impunidad.
ACCIONES PROPUESTAS:
Primera fase: Diseño y aprobación de la política.
Formación de la
Comisión para la revisión de la propuesta base y el diseño de la Política de
Transparencia de la USAC.
Diseñar indicadores de
transparencia e instrumentos de seguimiento.
Diseñar las políticas
de transparencia y sus herramientas para hacerla operativa.
Elaborar normas y
reglamentos contra la impunidad y la corrupción.
Establecer un sistema
de monitoreo para el cumplimiento de la política de transparencia.
Diseñar un plan
estratégico para la Política de Transparencia.
Definir las instancias
y presupuesto para hacer operativa y ágil la política de transparencia.
Aprobar la política para
su funcionamiento operativo en toda la universidad.
Segunda fase: Aplicación y seguimiento.
·
Capacitación y
actualización del recurso humano.
·
Implementación
efectiva de control en las entidades administrativas y académicas de la USAC.
·
Sistematización de los
procesos vinculados a la corrupción:
Aplicación de indicadores
de alerta para prevenir riesgos de corrupción.
Estandarizar y
visibilizar mecanismos de denuncia y seguimiento de los actos de corrupción.
Campaña de
concientización
Diseño, aplicación, difusión
y seguimiento de las sanciones y procesos legales.
Presentación pública
los resultados de forma periódica ante las distintas instancias.
Acompañamiento
técnico y legal a los procesos vulnerables
a actos de corrupción.
La política precisa ser formulada,
discutida y consensuada para definir sus estrategias, alcances y mecanismos de
seguimiento. Depende directamente de la
voluntad política del máximo organismo de dirección de la Universidad de San
Carlos de Guatemala, para diseñarla, socializarla y aplicarla.
En este vínculo puedes encontrar la Política de Trensparencia aprobada por el CSU :
http://plani.usac.edu.gt/wp-content/uploads/2018/05/transparencia-1.pdf
En este vínculo puedes encontrar la Política de Trensparencia aprobada por el CSU :
http://plani.usac.edu.gt/wp-content/uploads/2018/05/transparencia-1.pdf
[1]
Transparency Internacional Secretariat, posteado
el 3 de diciembre de 2014 disponible en
http://www.transparency.org/news/pressrelease/indice_de_percepcion_de_la_corrupcion_2014_el_crecimiento_transparente_en_r
[2]
Véase Siglo21.com.gt del 25 de junio de 2015 | 15:12
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