sábado, 7 de julio de 2012

Presentación de Contrapunto en Lima, Perú


Tanto Lorena como yo, gradecemos las atenciones que nos dieran en este hermoso país,  en especial las de nuestro buen amigo Orlando Velorio.



 
CONTRAPUNTO

Tanto en música como en arquitectura, la noción de contrapunto es frecuentemente usada para analizar o proponer obras compuestas por diversas subestructuras. Nota contra nota en un mismo tiempo, punto contra punto en un mismo espacio, verso contra verso en la poesía. Melodías y visiones distintas ejecutadas simultáneamente. Desafío entre dos momentos, canon, fuga, contraste, polifonía. Desafío poético. Perspectivas disímiles. En fin, contrastes y armonías, momentos, contratiempos, contradicciones y encuentros.

Por eso el nombre de contrapunto a este trabajo, que tiene como objetivo la reconstrucción parcial de la historia guatemalteca fusionada a la vida y obra de uno de nuestros grandes creadores.

Contrapunto en un país con tantas culturas, con tanto arte, con tanto talento escondido. En donde vemos realidades diversas, en donde la cultura sobrevive entre y a pesar de la violencia. En donde el artista, el intelectual y el creador se juegan el pellejo, la bolsa y el tiempo para crear.

Hay tantos contrastes en esta patria nuestra que ni siquiera nos damos cuenta de que hemos dejado por un lado a quienes han hecho algo por ella, a quienes le dan un color azul, distinto al amarillismo que otros le dan ante el mundo.

Y si no creen que los hemos dejado por un lado, pregunto: ¿Cuántos guatemaltecos han oído la música de Jorge Sarmientos? ¿Cuántos identifican su obra? ¿Cuántos han divulgado, o siquiera pensado divulgar esa obra como se hace con los grandes maestros de otras latitudes? Y esto es un simple llamado a la reflexión. Tenemos tanto y no nos damos cuenta, porque olvidamos que el valor del arte y el de la vida es superior al de la bolsa.

Por eso también pregunto, ¿quiénes han visto las caras ansiosas en las largas colas de niños y jóvenes que quieren ingresar al Conservatorio Nacional de Música?

A propósito, sabían ustedes que Jorge fue rechazado en esa misma institución hace más de 60 años. ¿Cuántos otros niños con talento han sido rechazados o no tendrán la oportunidad de descubrir su talento en la música o en cualquiera de las artes, cuántos caminarán por el sendero de la violencia o el abandono, como sustituto de cultura y educación?

Cuando vemos la baja proporción del presupuesto del Ministerio de Cultura en relación al resto de ministerios, da tristeza. Pero da más tristeza cuando es al primero que recortan ante una necesidad gubernamental. Y si nos ponemos a pensar, lo mismo pasa en todas las instituciones que se dedican a la cultura. Aún así vemos magos. Magos en el Ministerio, magos en la universidad, magos en las casas de la Cultura en todo el país trabajando sin nada, pero dando todo.

Por eso algo nos toca cuando nos percatamos de que es más fácil gastar en una celebración que contribuir para un concierto, patrocinar un artista o un evento cultural que cuesta lo mismo o quizás menos, y que dejará mucho más.

Pero bueno, a pesar de todo, aún hay imaginación, constancia y energía. Después de cincuenta años de persecución a la inteligencia, a la creatividad, al talento, a la intelectualidad, comenzamos a ver luces nuevamente. Parecen estrellas lejanas, pero allí están, y mientras más se acercan, mientras más pierden el temor que nos dejó la represión, más brillan. Todavía están tímidas pero parpadean, pronto se unirán para crear un sol resplandeciente que inunde el corazón guatemalteco y aclare la visión de la cultura como eje para el desarrollo.

Por eso es inspirador ver el proceso que siguió el Maestro Jorge Sarmientos. Sólo hay que preguntarse: ¿Cómo un niño descalzo, viviendo en severas condiciones en la campiña guatemalteca, pudo cincuenta años después, ser ovacionado durante nueve minutos en Japón? Obviamente, Jorge es un ejemplo de que vale la pena el sacrificio y que el talento merece atención y esfuerzo.

Contrapunto es un trabajo que persigue dejar el registro histórico de este gran artista, para que las nuevas y futuras generaciones lo conozcan.  Es parte de un homenaje a un gran músico, un luchador que ha hecho brillar nuestro país en múltiples oportunidades y que merece que este preámbulo se concluya con las palabras de Bertolt Brecht que dicen:

Hay hombres que luchan un día y son buenos,
hay otros que luchan un año y son mejores,
pero hay los que luchan toda la vida,
esos son los imprescindibles.


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