sábado, 19 de mayo de 2012

Delgadillo, Filio y Aute


Inolvidable concierto del 18 de mayo de 2012 en el Centro Cultural Miguel Angel Asturias

El concierto se retrasó un poco al parecer debido a un desacuerdo en el orden de la presentación que fue resuelto en buenos términos.  Sin embargo valió la pena la espera.  Debo decir que a pesar de las simpáticas anécdotas de Delgadillo, de sus excelentes músicos, así como del profesionalismo de Aute y sus músicos extraordinarios, para mi, quien se robó la noche fue Alejandro Filio, sólo Él, su guitarra y su poesía. 

Abrió Delgadillo rompiendo el hielo con sus anécdotas y su semblante abierto y despreocupado.  Sus músicos hicieron gala  de virtuosismo, en especial el saxofonista que interpretaba además otros instrumentos. Delgadillo cantó Para robarte un beso, Julieta y tantas otras de su producción pero fue al interpretar Hoy ten miedo de mi que el público llegó al punto culminante.  Pero la noche recién empezaba. 
 
Tocaba el turno de Alejandro Filio, con sólo una guitarra como compañera.  Dijo que esa noche estaba para complacer.  Y vaya si lo hizo! Dio un concierto que que cautivó al silente público.  Filio no tiene altibajos, toda su obra es poesía pura, su interpretación impecable y su voz afinada.  Algunos de sus versos nos demuestran ese perfil de trovador que tiene: Del infierno al cielo nos vivimos, jugando a la belleza y el dolor. Del infierno al cielo en el delirio, tejida la verdad, tejida la ilusión.  Del infierno al cielo heridos, como ángeles caídos de su Dios.   Que gran maestro Alejandro. 
 
Como proveniente de otro mundo apareció Aute entre las notas de la música que empezaba a sonar.  Con un aspecto sombrío enmarcado por su larga y ya escasa cabellera blanca y sus también blancas cejas, despertó los fuertes aplausos de un público que  lo esperaba desde hacía varios años. 

 
Ya los anteriores trovadores habían preparado al público amante de la poesía y la música con sentido, para que este icono de la trova española compartiera su profunda voz.  Aute aseguró que cantaría casi todas las canciones nuevas del disco Intemperie, algunas del disco anterior y algunas del siglo pasado y del anterior.  Atenas en llamas fue de las primeras, con la que evocaba un tiempo en el que estuvo en Grecia en las primeras manifestaciones en este país que fue cuna de la civilización occidental.  
Siguió con casi todo su nuevo disco y con las canciones del anterior.  Con irónicos comentarios en contra de la política y la religión provocó, en múltiples oportunidades, la risa abierta del auditorio. El público se impacientaba, quería oír canciones como alevosía, sin tu latido, al alba.  Pero Aute no cedía. 

Luego de presentar su nuevas producciones despidió a sus músicos y se quedó en intimidad con su guitarra, para complacer a ese público sediento de su obra y comenzó a cantar la trova que conocemos.

Enloqueció al público con Sin tu latido y para concluir, así de repente,  sin guitarra, sin músicos,  cantó Al alba.  La cantó a capela, demostrando que a pesar de sus casi 70 años, todavía puede cantar sin necesidad de acompañamientos.   

El público lo ovacionó y despidió de pié. 


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