Inolvidable concierto del 18 de
mayo de 2012 en el Centro Cultural Miguel Angel Asturias
El concierto se retrasó un poco
al parecer debido a un desacuerdo en el orden de la presentación que fue
resuelto en buenos términos. Sin embargo
valió la pena la espera. Debo decir que
a pesar de las simpáticas anécdotas de Delgadillo, de sus excelentes músicos,
así como del profesionalismo de Aute y sus músicos extraordinarios, para mi,
quien se robó la noche fue Alejandro Filio, sólo Él, su guitarra y su poesía.
Abrió Delgadillo rompiendo el
hielo con sus anécdotas y su semblante abierto y despreocupado. Sus músicos hicieron gala de virtuosismo, en especial el saxofonista
que interpretaba además otros instrumentos. Delgadillo cantó Para robarte un beso, Julieta y tantas otras de su producción
pero fue al interpretar Hoy ten miedo de
mi que el público llegó al punto culminante. Pero la noche recién empezaba.
Tocaba el turno de Alejandro
Filio, con sólo una guitarra como compañera.
Dijo que esa noche estaba para complacer. Y vaya si lo hizo! Dio un concierto que que
cautivó al silente público. Filio no
tiene altibajos, toda su obra es poesía pura, su interpretación impecable y su
voz afinada. Algunos de sus versos nos
demuestran ese perfil de trovador que tiene: Del infierno al cielo nos vivimos, jugando a la belleza y el dolor. Del
infierno al cielo en el delirio, tejida la verdad, tejida la ilusión. Del infierno al cielo heridos, como ángeles
caídos de su Dios. Que gran maestro
Alejandro.
Como proveniente de otro mundo
apareció Aute entre las notas de la música que empezaba a sonar. Con un aspecto sombrío enmarcado por su larga
y ya escasa cabellera blanca y sus también blancas cejas, despertó los fuertes
aplausos de un público que lo esperaba
desde hacía varios años.
Ya los anteriores trovadores habían preparado al
público amante de la poesía y la música con sentido, para que este icono de la
trova española compartiera su profunda voz. Aute aseguró que cantaría casi todas las canciones
nuevas del disco Intemperie, algunas
del disco anterior y algunas del siglo pasado y del anterior. Atenas
en llamas fue de las primeras, con la que evocaba un tiempo en el que
estuvo en Grecia en las primeras manifestaciones en este país que fue cuna de
la civilización occidental.
Siguió con
casi todo su nuevo disco y con las canciones del anterior. Con irónicos comentarios en contra de la
política y la religión provocó, en múltiples oportunidades, la risa abierta del auditorio. El público se impacientaba, quería oír canciones como alevosía, sin tu latido, al alba. Pero Aute no cedía.
Luego de presentar su nuevas producciones despidió a sus músicos y se quedó en intimidad con su guitarra, para complacer a ese público sediento de su obra y comenzó a cantar la trova que conocemos.
Luego de presentar su nuevas producciones despidió a sus músicos y se quedó en intimidad con su guitarra, para complacer a ese público sediento de su obra y comenzó a cantar la trova que conocemos.
Enloqueció al público con Sin tu latido y para concluir, así de repente, sin guitarra, sin músicos, cantó Al alba. La cantó a capela, demostrando que a pesar de sus casi 70 años, todavía puede cantar sin necesidad de acompañamientos.
El público lo ovacionó y despidió de
pié.
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