El desenfado, el olvido y la falta de una cultura de la cultura, nos hacen pecar de abandono contra quienes hacen grande nuestra patria.
Carlos Solórzano nació en Guatemala el 1 de mayo de 1919, a los 20 años se trasladó a vivir a México donde recientemente falleció (31 de marzo de 2011). Es considerado el dramaturgo más importante de Guatemala, se graduó como Arquitecto en 1945 y en 1948 obtuvo el grado de Doctor en Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México. La Fundación Guggenheim le concedió una beca para realizar estudios especializados en arte dramático en Francia habiendo obtenido un doctorado en ese tema por la Universidad de la Sorbona. Fue director fundador del Teatro Universitario de la UNAM, donde dio a conocer obras de Albert Camus, León Felipe y Michel de Ghelderore.
En Guatemala le fue concedido el Premio Nacional de Literatura Miguel Angel Asturias en 1989. En 1998 la Universidad de San Carlos de Guatemala le otorgó el Doctor Honoris Causa. En el 2005 la UNAM le rindió un reconocimiento por sus 50 años de aporte docente y literario al haber impartido la cátedra Literatura Dramática Iberoamericana en la Facultad de Filosofía y Letras en esa casa de estudios.
El Fondo de Cultura Económica -FCE- anunció que publicará Tríptico un libro que muestra el vasto conocimiento que el profesor emérito de la UNAM poseía sobre el teatro y la dirección que este género ha tomado en la actualidad. En tanto en México ha habido un sin número de homenajes, es hasta ahora que en Guatemala nos hemos percatado del lamentable deceso Basta con observar el in memorian que le hace Óscar Armando García, para evidenciar la diferencia entre la valoración que le hacemos los chapines y la que su patria adoptiva le brinda, aún después de muerto.
Tres de los grandes literatos de Guatemala,
Luis Cardoza y Aragón, Miguel Ángel Asturias y Carlos Solórzano.
Luis Cardoza y Aragón, Miguel Ángel Asturias y Carlos Solórzano.
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